lunes, agosto 15, 2005

Solo para Nerds del Balompie , Fanaticos y/o Envidiosos

Génesis
By Faco

Todo empezó como empiezan todas las buenas cosas, de alguna forma. ¿Cuál, o cómo es esa forma? Bueno, esa es otra historia, y nosotros venimos acá a contar la de esos traficantes de redondas conocidos como Hijos de Buda.

Siendo el torneo de ex-alumnos del Buenos Aires, es inevitable que la mayoría este relacionado con la institución. Lucho, Aarón y Leo son egresados 2004 de a tarde, así como Beto, Papo, Gusa, Richard y Lomba lo son de la noche. Simón y Faco son de la misma generación, pero la búsqueda de nuevos horizontes horizontales (y alguna que otra previa) los llevaron por otros caminos. Mauro y Otto, por su parte, debieron enfrentar uno de esos fantasmas que atormentan a Bruce Lee en diciembre: previas. (de 5to y 4to, respectivamente) Marce… todos queremos a Marce… y bueh, es primo de Leo y la mueve. Entro en calidad de nuestro único no ex-alumno. Las historias personales de cada uno son largas y no nos incumben (bueno, con algunos tengo alguna historia que estoy más que interesado en mantener privada). Pero, como es de esperar, tenemos nuestros puntos en común, y la vida, como supo decir Rubén Blades, nos dio la sorpresa, y nos juntó.
El mote de “caprichosa”, aunque de sonar pelotudo, no es en absoluto arbitrario. La caprichosa nos llevó por caminos separados durante la vida académica: La séptima tuvo su equipo en segundo año (con un más que olvidable Faco al arco (el editor aun cree que tiene futuro en Futsal) y un memorable Leo cubriendo las otras 8 posiciones) y otro en cuarto, un poco más mejor. La 9na incursionó tarde pero seguro, y hasta lo tuvo a Leo en quinto año. Otto guarda en sus anales un subcampeonato logrado en primero y el formidable desempeño de su división en 4to ( que, por las características de su equipo, lo prepararía para lo que vendría) . Los muchachos nocturnos tuvieron sus torneos. Y dicen los memoriosos que Mauro supo jugar para la sexta, años ha. Pero así como el fútbol nos separó por 5 años, nos unió este particular verano. El alpedismo y la falta de laburo (aseguran ciertos interesados que Faco se encontró uno, pero lo devolvió a tiempo) nos juntó. Dicen que el señor actúa de forma misteriosa: nadie sabe muy bien como hizo para juntar a unos 8 inadaptados en las lejanas tierras de Boedo, sobre el césped sintético de $2 per cápita y bajo la protección de la autopista 25 de Mayo.
Allí, sobre la arena que raspa, donde los palos no perdonan tacos irreales y las pelotas impactan contra las pelotas, comenzó a rodar la redonda. Y con ella, nosotros. Estábamos por joder, para llenar de fútbol esos lapsos improductivos entre resaca y resaca que suele haber en vacaciones. Pero aún así notamos que había habilidad, magia, ímpetu, huevo. También había paja, rusticismo, torpezas, pero lo importante era lo primero. La base estaba, hubiera dicho el Bambino. “Podríamos armar un equipo de ex-alumnos, ¿no?” No hay otra respuesta a una proposición tal que un “Y Daaaaaaaaleee.” Así fueron pasando muchos picados. Leo lo trajo a Marce, que probó con creces su idoneidad, y lo mismo pasó cuando Gusa convocó a Simón. Ya éramos 9, pero faltaban defensores, tras lo cual aparecieron Lucho y Aarón. De paso, conseguimos, en esa misma oferta, por el mismo precio y por tiempo limitado, a Mauro, también una adquisición de nuestro hombre multifunción y multipulmón, Leandro. Faltaba algo importante: un guardameta. Estaba Gato, pero bueno, queríamos jugar posta… “Yo conozco uno”, dijo Lucho. De esta forma, Octavio Nicolás Bramajo y Hemsi III (nota del Editor: Archiduque de Lugano II) pasaba a engrosar nuestras filas y cubrir nuestra valla.
Restaban todavía una o dos revelaciones....

Lo que ha hecho grande a los Borbotones (Be Sharps), Los Beatles, Led Zeppelin, Richard Cheese, el Frepaso, Perón, Kaká, el Olimpija de Eslovenia, Sportivo Ben Hur y el Galatasaray de Turquía es simple (el editor opina incluir al Porriño Industrial, Sacachispas, Anorthosis Famagusta entre otros ) : el nombre. Y nosotros no teníamos ninguno… Bueno sí, yo tenía dos, Leo también, Henry unos cuantos y Richard ninguno, pero eso no viene al caso. Por suerte para nosotros sucedió la fiesta de Mayra y eh… alguien más. En ese solar de Villa Pueyrredón donde había birra y maní, casi nos matan de un botellazo en la cabeza por mirar cruzado a uno y luego casi nos cagan a golpes unos boludos trajeados, sucedió el milagro. El milagro era seguir vivos (nuestro émulo de Bilardo, Maxi, pareció perder la consciencia). Ah, y a dos porristas les afanaron los celulares, todo mal. “¡Eeeehhhh loco todos al dofón!” gritó uno; armamos una ronda que fue inaugurada por Henry: “Bueno, loco, tenemos que tener un nombre para nuestro equipo de exalumnos.” Yo propuse, alternadamente, “La Jimi Henry Experience”, “Henry y la palangana” (nombre de la banda del pelado Cordera antes de pasar a llamarse Bersuit Vergarabat), “Henry y compañía”, y otros nombres que no vienen al caso. Gusa propuso “garra corazón y pases largos”, que define bastante bien nuestro estilo de juego (aunque a veces nos olvidamos las dos primeras partes. Yo hacía lobby para que usáramos una camiseta verde, por obvias razones (tengo como 10 pantalones verdes, no pregunten como, pero es un color que me llama… y uno de los que más confundo). Hablando de Marolio surgió el famoso Matamoscas y Mosquitos “El Buda” y se cree que Tuca llegó a decir “Los Buda”. Sin embargo, el gordo pelado me iluminó, y mágicamente salieron de mi boca las más bellas tres palabras jamás pronunciadas: “Nonononono, ya lo tengo, escuchen: ‘Hijos de Buda.’”
Después de un segundo de silencio, se escucho un murmullo aprobatorio generalizado (“Siiiiiii boludooo”). Los Diablitos procedieron a relatarnos la historia de ese mesías conocido como ‘Buda’ a secas, un chino dueño de un bar de Boedo que les salvó la vida en una loca noche de navidad. Bueno, la historia de Siddharta Gautama es más o menos parecida, ¿no? Decidimos, por tanto:
1. Llamarnos Hijos de Buda
2. Con el agregado ocasional y efímero del “Odapla Odaisamed”
3. Convertirnos al Budismo, acabar con la rueda kármika, y adorar a nuestro padre, el gran Buda.
4. Por lo tanto, declaramos guerra santa a los Hare Krishna, que son pelados pero se la comen.
5. También nos agenciamos una estatua de nuestro Buda.
6. Adoptamos el slogan “Hijos de Buda, saludando al sol antes de cada partido y bendiciendo las lesiones del contrario.” Cosa que nunca hicimos porque no aprendimos el saludo al sol, y no lesionamos mucho que digamos.
7. Te lo hacemos.

Después de tantas resoluciones nos tocaba descansar y descansamos del toqueteo. Acto seguido, diseñamos una camiseta con los colores que visten los monjes budistas, aunque de ese diseño sólo se mantiene el naranja en la actual.

Las fatigas sufridas a posteriori en la inscripción y demás yerbas son muy aburridas para ser relatadas, y probablemente queden en nuestras nebulosas memorias. Es mejor dar por terminado este relato, amigos mío, porque el resto, es historia…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajj siganlo, por favor...

Anónimo dijo...

muchachos, tenemos que escribir algo sobre la gloriosa hinchada que nos siguió a todos los partidos y que nos distinguió de todos los demás equipos (de balines que se iban ni bien terminaban los partidos...)

ademas....si no lu me cuelga de las bolas....

no, en serio,ya que siempre hablamos de que son el décimo jugador, hagámoslo saber en las cosas que publicamos!

les manda cólicos renales,
su capitán
"América"...
ah, no, yo..
Lea.

Anónimo dijo...

Hijos de Buda es un sentimiento. Sentimiento que va desde la pasión y la euforia hasta el miedo y la locura. Aquí me tienen, barra brava oficial de los budas, siempre presente en todo partido (es decir, más que algunos jugadores...), pueden alegrarse, oh!, Hijos de Buda, pues no sólo llegaron más lejos que la máquina, sino que además tienen más convocatoria. ¡Y qué convocatoria! (dejo de lado -como siempre- la falsa modestia). Luciana y yo (0 faltas), Mayra (1 falta) y Male (varias faltas me parece), las más importantes (y algún que otro simpatizante esporádico).
Aguanten los Hijos de Buda, y aguante su barra brava (en especial yo).

Leti.

P.D.: Háganle caso a Lea: homenaje a la hinchada, YA.